Con aciertos o con errores siempre traté de ser coherente. Por lo menos en dedicación. Y debo confesar que en algunas situaciones hasta el límite de mis posibilidades físicas. El compromiso social siempre me apasionó.
Año 1957 - UN ANTECEDENTE
En el año 1957, con apenas 14 años y pantalón corto, había conocido a unos cubanos que venían recorriendo América y haciendo campaña en su lucha por derribar a Fulgencio Batista en Cuba. Me habían pedido llevarle una invitación al diputado Alfredo Palacios, que muy amablemente me recibió en su casa.
Año 1965 - SITUACION INTERNACIONAL
La situación en América no era de calma. Era el año 1965 y moría un referente para la juventud. Había muerto Alfredo Palacios. Además el mundo estaba muy sacudido por luchas políticas y guerras colonizadoras.
Hacia unos años que había terminado, si es que el término es válido, la guerra de Corea que las había dejado divididas en dos y con EE UU como tutor de una de ellas. El gobierno de Argentina se había identificado políticamente con occidente. Más concretamente con EE UU. Habíamos enviado contingentes militares a África y a Medio Oriente. En América se sucedían las intervenciones o desembarcos en todos aquellos países en que los procesos políticos resultaran adversos a los intereses de EE UU. En la década del 50 fueron Cuba y Guatemala. En 1964 fue Brasil pues Joao Goulart tenía la intención de hacer la reforma agraria y nacionalizar el petróleo. Luego Panamá. Al año siguiente le tocó a Santo Domingo pagar la osadía de querer restaurar a un presidente progresista. Siguió Guatemala, Chile, el operativo Cóndor, y muchas humillaciones más. Granada. Nuevamente Panamá. Y luego en los últimos años: Ecuador, Venezuela, Paraguay, Bolivia.