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Economía Circular y Turismo. Reflexiones con miradas de turismo. Por Gabriela Moreno

¿De qué hablamos cuando hablamos de economía circular?

De consumir conscientemente, de comprar local, de gestionar de manera responsable tanto los insumos y materias primas con las que elaboramos nuestros productos y servicios así como los desechos que generamos, de reutilizar, reciclar y de alargar la vida útil de todo aquello que consumimos. La idea es en definitiva salir del modelo lineal que consiste en extracción, fabricación, utilización y eliminación.

Los residuos de unos se convierten en recursos para otros. El producto debe ser diseñado para ser deconstruido. La economía circular consigue convertir nuestros residuos en materias primas, paradigma de un sistema de futuro. Entonces, el desarrollo de la economía circular debería ayudar a disminuir el uso de los recursos, a reducir la producción de residuos y a limitar el consumo de energía. Debe participar igualmente en la reorientación productiva de los Destinos Turísticos.

En esta línea, modelos de negocio que aporten soluciones de ese tipo son, por ejemplo, los vinculados a suministros circulares, la recuperación de recursos, la extensión de la vida del producto y las plataformas compartidas. Sería pertinente entonces pensar en políticas sociales cooperativas.

Destinos como Mar de las Pampas, Las Gaviotas y Mar Azul son elegidos cada año por turistas y visitantes, ávidos de encontrarse con esas características identitarias bien definidas que las hacen únicas, su tramado urbano, social y comercial que las destaca como localidades de perfil sustentable, formando parte de la denominada «Costa Verde».

Los actores que intervienen o están vinculados a estos paradigmas que no son nuevos, pero que toman en el contexto actual de pandemia o post pandemia mayor protagonismo, son el sector público, los emprendedores, la población local y los turistas/visitantes.

Desde el ámbito público se deberán acompañar políticas que pongan en agenda, faciliten y regulen las cooperativas de trabajo basadas en la gestión de residuos y los mismos utilizados como recursos y la inversión en la infraestructura de saneamiento de base. Desde los emprendedores se debe manejar más que nunca la denominada responsabilidad social empresarial, para capacitar y gener así compras de insumos y productos de manera responsable poniendo énfasis en la diferenciación de la innovación aplicada a la sostenibilidad, el residente local deberá tomar un rol activo a través de las organizaciones intermedias para accionar en pos de regulaciones y en la práctica de ser verdaderos agentes de cambio y de concientización. Por último, los turistas/visitantes deben ser verdaderos consumidores responsables, las últimas tendencias y estudios realizados enfocados en el público consumidor, demuestran la sinergia que estos tienen para con los destinos enfocados en prácticas sostenibles y circulares.

Finalmente deberíamos pensar que la actividad turística como tal, estará obligada a encaminarse indefectiblemente hacia la economía circular para lograr una larga vida útil.

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