La nota anterior me animé a hablar de la estacionalidad de actividades, de la diferencia que existe durante distintos momentos del año, de la semana o de ocasiones especiales como los “fines de semana largos” en los que se genera una gran afluencia de turismo en todo el Partido. A su vez, también, abrí la puerta a pensar si los habitantes permanentes llevan a cabo sus actividades y quehaceres cotidianos en el mismo lugar que se realizan esas otras actividades pensadas y marcadas, más que nada (o no, tal vez lleguemos inclusive a esas conclusiones), para esos visitantes. Y todo ello, pensado en modo de reflexiones y análisis público, invitándonos a comprender las localidades en las que vivimos y pasamos nuestro cotidiano, nuestro descanso y/o amor (dejo que cada quien lea lo que le corresponda o lo que sienta).
Me invito a pensar y a compartir con ustedes mis pensamientos e ideas al respecto.
En las localidades del sur del partido, al ser las más pequeñas y de reducida extensión, sin dudas, no hay diferencia (o al menos no tan notoria) entre los lugares que frecuentan los habitantes y los turistas. Las actividades pueden modificarse o acrecentarse en la temporada o fines de semana, pero pese a ello, se sitúan en el mismo territorio. También, y por ello es que no puede haber mucha diferencia de lugares y actividades, en dichas localidades se ve una marcada diferencia por los distintos usos del suelo, quedando separados los usos y terrenos comerciales de los usos y terrenos de viviendas, inclusive, existiendo sectores compartidos entre las viviendas y los hospedajes, y otros en los que sólo se encuentran los de viviendas no alquiladas (por así llamarlo). Pueden notarse diferencias sutiles debido a la cercanía o lejanía de los usos comerciales masivos, pero, sin embargo, la tendencia general no pone demasiada demarcación en ello.
Pero, sin embargo, si nos referimos a Villa Gesell, la localidad más grande del partido, allí sí aparecen distintos sectores y territorios, compartidos algunos por turistas y habitantes, y otros en los que mayormente son dominados por unos o por otros. ¿A qué se debe ello? Seguramente pueda haber muchas respuestas o posibilidades, pero aquí esbozaremos algunas, tratando de entender la dinámica de esas posibilidades y de esos territorios.
Al ser una localidad grande (comparada con las otras del partido) y donde los valores de la tierra y propiedades son más costosos en las zonas céntricas, es probable que muchas de las personas que habitan todo el año, residan lejos de esas zonas. Así es que, inclusive para el cotidiano, necesiten de otros territorios o centralidades de los cuales obtener sus necesidades. Es así que, surgirán esos comercios que abastecen lejos de las zonas más céntricas. Posiblemente, hasta esas centralidades o comercios lleguen menos turistas, ya que por dichas zonas haya menos viviendas o complejos de alquiler. A su vez, en esas zonas, por todo lo expuesto, es probable que se instalen menos los comercios que buscan al consumo turístico, al consumo no cotidiano, sino vinculado al placer ocasional y menos frecuente, o sólo frecuente durante los períodos de descanso y recreativos. Diciéndolo en otras palabras, locales de “grandes marcas”, de marcas “más costosas” o vinculados a ciertos estratos sociales.
De este modo notaremos las diferencias. Hoy en día, las vicisitudes y variadas posibilidades económicas de los viajantes/turistas hace que éstos puedan fluctuar y recorrer los distintos sectores y centralidades, pero, en general, las zonas más acudidas por ellos serán las más céntricas, nombremos la Av 3 y Paseo 104 como punto neurálgico, así como también algunos sectores de la Costanera y otros en paseos aledaños.
A su vez, como contrapartida de esos lugares más céntricos, aparecieron otros más orientados a los habitantes permanentes, la Av Boulevard, las cercanías del Hospital Illia, o inclusive algunos sectores del sur de la Av 3. En verano, la localidad se llena tanto de turistas que es difícil no encontrarlos por todos lados, pero en invierno o estacionalidades menos concurridas, es más marcada la diferencia.
Por lo tanto, y con lo dicho en estos últimos párrafos (me remonto también a lo expuesto en la nota anterior), claramente las distintas poblaciones habitan de manera distinta las centralidades. ¿Esto genera beneficios? Dichos beneficios permiten, tal vez, sectorizar y permitir la residencia de los distintos grupos sociales con distintas necesidades, como así también de turistas con distintas necesidades y con distintos poderes adquisitivos, generando beneficios diferentes para quienes consumen como para quienes brindan servicios y dependen de esos distintos consumos.
A su vez, para quienes no quieran sentir “tanta presión” del masivo turismo, ello será una ventaja, pudiendo habitar o recorrer esas centralidades menos concurridas. Aquí, por ello, también debemos sumar las variaciones de poblaciones y turistas por gustos, además de las mencionadas por posibilidades y necesidades.
Y pensando en un cierre, efectivamente existen distintos momentos del año en los que ocurren más o menos actividades, en los que ocurren distintas actividades y afluencia de personas, además de que ocurren en distintos lugares. El porqué de ello lo fui expresando, y los beneficios de ello radican en las diferentes posibilidades y necesidades de las distintas poblaciones, tanto las que son turistas como las que son residentes (permanentes u ocasionales).
La variación de costos, de actividades, de gustos, de poblaciones genera una diversificación y probabilidad de mayores opciones y una mejor sustentabilidad. El partido en sí puede brindar todas esas opciones, buscando en qué lugar llevar a cabo todas ellas sin perder la distinción de cada uno de esos lugares. No por ello haremos que todas las opciones, actividades y gustos estén en Gesell.
Es por eso que, al pensar en un partido más sustentable y redituable, no debemos dejar de lado la estacionalidad y la territorialidad, conceptos que nos permitirán comprender mejor a nuestro partido y a su gente. Y cómo seguir también generando un partido más sustentable y con posibilidades para las distintas poblaciones.
Licenciado en Geografía UBA.