- Juan Pablo Trombetta
GRACIAS
Por Juan Pablo Trombetta
Esta contratapa debía empezar agradeciendo el apoyo que tuvimos para retomar El
Chasqui, para mencionar que en octubre del 2000 salió el número 1 con sus ocho
paginitas repletas de ilusiones. Pero en el medio Diego... ¿Cómo separar? ¿Cómo
gambetear esta tristeza para hablar de los veinte años que se cumplían en el mismo
octubre en el que él cumplía años por última vez? No lo sé. Todos los caminos conducen
al Diego. Una canción, un comentario cualquiera, el homenje de Messi con su camiseta de
Newells o el inexplicable y doloroso no-homenaje de Los Pumas. Nos pasa a muchos. A
los contemporáneos pero también a pìbes que nacieron cuando él ya no jugaba. A los
futboleros y a los que todavía no entienden el orsai o preguntan si Batistuta jugaba de 4 y
Gallego de win izquierdo. Nos traspasó sin distingos. Así que yo acá tenía que explicar que
gracias a los propios anunciantes El Chasqui sigue. Gracias a que un día Yanel y Ariel, de
Pissa Pía, me mandaron un mensaje para preguntar cuándo volvíamos, que ellos querían
estar. Y entonces, al otro día, en una especie de confabulación espontánea Enrique de
Aldea Hippie apareció por casa con un papelito escrito a mano en el que «traje unas frases
por si me decías que no seguías con El Chasqui papel». Rodolfo Ravier y Marcela de
Ovando no solo manifestaron apoyo en horas de charla (sí, horas) a través del teléfono,
sino que aumentaron el precio al que yo pretendía cotizar sus nuevas publicidades. Y Leo
Rescia, de Vairoleto, entre cervezas y ajedrez me dio mil ideas y «aggiornó» la propuesta
gastronómica. Y a riesgo de ser injusto sigo con los nombres, todos apoyando el cambio
de formato, el precio simbólico por la pandemia, las modificaciones. Y allí se alinearon
Norberto y familia de Puerto Pampa, Juan de Casa del Mar, Martín de De Campo, Cecilia
Pujol y Damián Gaita de las respectivas farmacias, Gastón el odontólogo y Camilo el
médico, Vero y la familia en pleno de Lo de Nacho, Carlos Schifano y Patricia Vega, Tony
y Adrián de la Social Cervecera, Tere y Pablo de La Zorra, Lili de Alfonsina, los
entrañables Pittella Bianco de Amorinda, José y Gladys de El Granero, la familia de Como
en casa, los chicos nuevos de La Estación, Kurke de Mujica, Fabián Estanga, Dinorah con
sus inmobiliarias, Ale y Vivi de Kapiqúa, Carlos y Silvina de Moon, el Colo y Ale, Kari de la
Casa de la abuela, las veterinarias Sáez y Valvet, los fletes y el palenque de Ezequiel,
Julieta y el Tano de Milho, Pablo Hobaica de la Hostería Álamos con rincón de ajedrez en
el café Lasker, Pablo Salazar de remises Alameda, Ana y compañía de La Pinocha,
Marcelo de Troya, Lali y Mariano de El Nido, Cony de Altamira, Adrián del paseo Estación
de las Pampas, Andrés de la miel geselina Las Nenas, Julián y Caro del lavadero de Mar
Azul, Alejandro de Macedo, la gente de La Tranquera, Adela con su nuevo
emprendimiento Rush propiedades, Leónidas de Pampas del Nonno, Rosana Pautasso de
La Rosina, la familia del paseo Pueblos Blancos, Andrea Navarro de Mar Azul, Marcelo,
Daniela y todo el equipo de Valle, Guillermo «Gas», que junto con Rodolfo Ravier están
ininterrumpidamente desde el número 1. Y están los aportes de colaboradores con notas
que siguen, otras que vuelven y muchas nuevas: Juan Forn, Alejandro Silva, Oscar
Rescia, Carlos Schifano, Adriana Franco, Jazmín Carbonell, Federico Navascues, Pablo
Franco, Gabriela Moreno, Rodolfo Ravier. Y la participación especial en este número de
Rudy Chernicof y Agustín Ventemiglia. Imposible dejar de mencionar a Julieta Valente y
Rodolfo Campi, diseñadora y diagramador, verdaderas víctimas de las horas de cierre, lo
mismo que Carla Gomiero, quien maneja las famosas redes, tan esquivas a los que somos
auténticos cavernícolas en ese rubro. También va la gratitud para los vecinos y turistas
que preguntan: ¿cuándo vuelve El Chasqui? De todo eso nos alimentamos. Un amigo
repite que el sentimiento más noble es el de la gratitud. Lo único que nunca es redundante.
Lo que nunca sobra. Igual que al Pelusa: GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS.