En este espacio y lugar de reflexiones, tomo la escritura para pensar un poco sobre nuestro Villa Gesell como partido y todas sus localidades, especialmente, nuestra Mar de las Pampas (si me permiten hacer un poco propio el lugar).
Habitualmente se suele pensar a las localidades como lugares determinados y delimitados por una calle, un médano, una ruta o alguna otra geoforma o construcción hecha socialmente. Y lo que ocurre dentro de esas localidades pareciera que también está bastante predeterminado y poco puede variar. Pero, sin embargo, la planificación es la que puede promover, incentivar, fomentar, propiciar, prohibir, inhibir, regular, entre otras varias posibilidades y términos que pueden parecerse y compartir ideas, pero que, todos juntos y escritos, parecieran indicar y reforzar mucho mejor lo que deseo expresar.
En este caso tomo a las actividades y usos que ocurren dentro de las localidades. Esas actividades pueden estar relacionadas con el turismo, el comercio, el descanso, la gastronomía, el hospedaje, el aire libre, la naturaleza, el bosque, la playa… Todas ellas ocurren en Mar de las Pampas, como así también en otras localidades, partidos y ciudades. Lo que diferencia a Mar de las Pampas es que todas esas actividades, nombradas de manera genérica, se dan con un tinte particular, el “vivir sin prisa”. Los locales nocturnos, los boliches, los “hostels”, podrían estar dentro de las actividades mencionadas, pero no es lo que se fomenta en Mar de las Pampas. No se fomenta de manera directa ni indirecta. Se busca que la localidad “no sea atractiva” para ciertos requerimientos, rangos etarios o personas que sí busquen o gusten de esas actividades. Son decisiones, y, al menos para mí gusto, pareciera acertado.
Tal vez, sin darnos cuenta (o sí), generamos (y hablo en plural porque, además de mí, “un turista interesado”, involucro a todos y todas los/las que lean esto: habitantes permanentes, habitantes temporarios, turistas ocasionales, turistas asiduos, comerciantes, etc.) y reafirmamos que todas esas actividades que se llevan a cabo en la localidad sean mayormente de carácter diurno, referidas al paseo, al descanso, estén orientadas a lo que se suele llamar “familiar”, con poca cartelería y de poco impacto sonoro, que se vinculen más con el entorno natural y menos con el de “cemento”. Actividades que, si bien existen durante todo el año, su estacionalidad es muy marcada y, a su vez, en el invierno demuestran una gran diferencia entre “días hábiles” y “fines de semana”.
Para citar algunas de las obras realizadas durante los últimos meses por el Gobierno local, se pueden nombrar la inclusión de plazas con patios de juegos, senderos y circuitos aeróbicos, que, creo, demuestran que ésos son espacios de recreación y disfrute con un gran “carácter familiar y diurno” al aire libre.
Actividades, todas ellas, que, por suerte para nuestro gusto (permítanme agregarlos en esta opinión también), generan ese entorno y ese placer de “vivir sin prisa”. Y con ellas, se estaría generando la posibilidad de hacer productiva y sustentable a la localidad y a todas las personas que viven en y con ella.
En Mar de las Pampas, entonces, todas las actividades de hotelería y hospedaje, gastronomía, relax, disfrute, descanso, recreación, naturaleza, paisajismo, caminatas y paseos, por nombrar algunas, aprovechan y toman esa “energía” y ese “aire” de tranquilidad, y se especializan dentro de esa modalidad: “atendido por sus dueños”, “confort y relax”, “spa de mar y bosque”, “con el sonido del bosque”, “playa y bosque en el mismo lugar”.
Ésta es la diversidad que mencioné y con la cual podría planificarse: planificar de manera directa quienes regulan, y planificar de manera indirecta quienes lo incentivan y eligen, quienes deciden invertir con esa idea, sumar con sus emprendimientos, fomentar con sus visitas y “aceptar y/o rechazar” hacia otras localidades esas otras actividades, mejor dicho, esas otras modalidades de actividades, a las cuales no se apuntó en Mar de las Pampas.
Es por eso que, para terminar, me pregunto: ¿esas otras modalidades y actividades existen en las otras localidades de Villa Gesell? ¿Se podrían generar y planificar actividades diversas en las otras localidades y que no tienen su espacio o lugar en Mar de las Pampas? ¿Y de esa manera, se podría hacer que las actividades, usos y localidades del Partido sean complementarias? ¿Sería entonces el Partido quien podría promover esas diversidades en las distintas localidades, más allá de sus habitantes y promotores?
Son preguntas y respuestas que me permito adelantarles, esperando poder esbozarlas en una próxima reflexión.