En estos últimos tiempos, mucho se ha hablado de episodios de incendio de tierras, de bosques, de cosechas y hasta de pueblos enteros. En algunos casos, la gran mayoría, el inicio de esos episodios fue por la mano del hombre, aunque no todos intencionadamente. Si bien en la naturaleza existen los incendios como un mecanismo natural del ambiente para regularse y generar un equilibrio, en esta nota no me ocuparé de ellos, sino de los otros que mencioné anteriormente. Ni tampoco me ocuparé de aquellos incendios «intencionados», ya que para ello deberíamos hacer un análisis social, de problemáticas y de conspiraciones que difícilmente podríamos expresar en tan pocas líneas y con tantas certezas. Así que sólo me referiré a los que ocurren por algunos descuidos o malas formas.
En Mar de las Pampas y en el resto del Partido de Villa Gesell, por la presencia de bosque y material natural inflamable, se lo debe considerar como un lugar de alto grado de riesgo forestal. Ello no es menor y no debe pasarse por alto, ya que la ocurrencia de los mismos es bastante alta en la zona, habiéndose sufrido varias pérdidas materiales y ambientales.
Pero volveremos sobre el foco de los inicios y causales de los incendios. Los mismos pueden ocurrir aunque tratemos de evitarlos, nunca estaremos exentos de que ello no pase por completo. Sin embargo, las conductas humanas y los cuidados son casi determinantes para evitarlos.
Muchas de las conductas y costumbres que «pasan» cotidianamente son las que luego los provocan, aunque no sea la intención. No apagar los fuegos realizados para cocinar, realizarlos sin tener el cuidado pertinente con las cenizas, el mal manejo de los residuos, entre otras, son las actividades que terminan generando esos focos o inicios. Luego, el viento y el material inflamable, hacen el resto, y una vez que ello ocurre, es tarde aunque sobren intenciones y esfuerzos.
Los inicios ocurren en los sectores cercanos a las viviendas y en otros más alejados, ya que esos «descuidos» que mencioné recientemente se producen en ambos lados, poniendo en riesgo no sólo el entorno, sino también a todos y todas los y las que lo habitamos. Ese entorno, además, no es sólo el sustento de los hogares y comercios, sino también es el promotor natural del Turismo y del descanso y de quienes eligen a la naturaleza. Por ello es fundamental cuidarlo.
En estas últimas semanas, como consecuencia de este riesgo, el gobierno municipal local informó que recibirá recursos nacionales para capacitación y prevención de incendios. Dicha medida está enmarcada a nivel nacional, ya que es una problemática que no sólo afecta a nuestro partido sino a todo el país.
Sin embargo, por más capacitación y recursos que puedan tener las fuerzas de seguridad, el equipo municipal de bomberos y otras áreas de gobierno, es fundamental concientizar y capacitar a residentes y turistas para mitigar al mínimo esos riesgos.
Pareciera siempre ser la misma opción para la gran mayoría de las temáticas en el Partido de Villa Gesell: concientización, educación, publicidad, atención y promoción de buenas conductas. En un partido en el cual el Turismo es la clave de la actividad, es en el Turismo Sustentable donde debemos hacer hincapié. Y la capacitación y promoción de buenos hábitos es otro ejemplo de Turismo Sustentable, hablemos de incendios, de residuos y sitios limpios, de aprovechamiento de recursos, de seguridad, y de muchas otras situaciones. La concientización y la comunicación sobre riesgo forestal y propagación de incendios debería ser también uno de los pilares de quienes ejercen el Turismo en el Partido.
Otra de las conductas que pueden mencionarse, y más estando cercano a las fechas de fin de año, es la relacionada con la utilización de fuegos artificiales. Si bien su prohibición contempla otro tipo de situaciones vinculadas con el ruido y la salud mental y animal, también está relacionada con la generación de incendios no deseados.
Por eso, me tomo estas últimas líneas para que cada uno y una de nosotros y nosotras pueda pensar qué cositas podemos hacer para evitar que existan incendios, y esas mismas buenas conductas transmitirlas a nuestras personas cercanas. Nos veremos totalmente beneficiados como sociedad. Como dice la Teoría Social del Riesgo, conocer y entender el problema, es la primera parte de la mitigación.