top of page
  • Juan Pablo Trombetta

Una reiterada idea sobre la distribución eléctrica. Por Alejandro Silva

Ya en diciembre del 2019 esta nota reflejaba la preocupación por las consecuencias del daño sufrido al tendido eléctrico ante una tormenta de mediana intensidad y poca duración. El evento climatológico del mes de septiembre con ráfagas cercanas a los 100 km/h y de varios días, volvió a mostrar la fragilidad del sistema de distribución eléctrica. Es hora que entre todos nos demos el debate sobre que calidad de servicio necesitamos.

«Nuestra comunidad está situada en un entorno privilegiado, entre extensas reservas dunícolas, un mar y playas envidiables, añosos y frondosos bosques y hacia el poniente una vasta llanura de horizonte infinito. Bellísimo y agradable por donde se lo quiera ver y vivir, pero por estas mismas características topográficas, nos vuelve muy vulnerables ante eventos climáticos como el ocurrido durante el mes pasado cuando, en solo una hora, con vientos del oeste de más de 110 km/h, granizo y relativa poca precipitación, hizo padecer a una envejecida vegetación provocando que la rotura de ramas o directamente la caída de árboles hicieran colapsar un servicio público esencial por casi un día entero.

¿Sería posible imaginar que la Cooperativa Eléctrica de Villa Gesell (CEVIGE), empiece a diseñar y proyectar en un lapso de tiempo prudencial, el soterramiento de al menos parte de su tendido eléctrico aéreo? Si una tormenta de tan corta duración, sacó a la mitad de los alimentadores de media tensión fuera de servicio -cuatro de ocho-, no será hora de exigir como usuarios que se asuma los costos necesarios para mejorar la calidad de servicio técnico que la cooperativa nos ofrece, y que el OCEBA como organismo de control provincial le requiere y ¿multa? de acuerdo a la normativa vigente.

Una distribución subterránea desarrollada en ciudades con veredas y calles asfaltadas, mantiene aproximadamente una relación en los costos de construcción de cuatro a uno. Esto se debe principalmente a sobrecostos asociados a la canalización para el tendido de sus cables de baja y media tensión con sus protecciones mecánicas, al uso de tuneleras y la instalación de cañeros para las cruzadas de calles, el cumplimiento de las normas de seguridad por las interferencias con las demás prestadoras de servicios como el gas natural, agua potable, cloacas, telefonía, cable, fibra óptica etc., el pago de los cánones y el pedido de permisos de obra por las servidumbres administrativas de electroductos a los Municipios, Vialidad Nacional, Ferrocarriles etc., la construcción civil de cámaras a nivel de piso donde se alojen los centros de transformación con sus celdas, protecciones y ventilaciones forzadas, la instalación de buzones para generar las divisiones de las redes y otros tantos elementos técnicos específicos de este tipo de distribución.

Ahora bien, en el caso de nuestra ciudad y las localidades del sur donde CEVIGE distribuye y factura energía eléctrica, casi en su totalidad no existen veredas construidas ni calles pavimentadas, en consecuencia, soterrar las redes en arena bajaría sustantivamente el costo de canalización y el cruce de calles. No tener que lidiar con organismos de orden nacional para la concreción de las obras supone otra enorme ventaja. Dado que, en la mayoría de la traza, al menos en las localidades del sur, no existen servicios de cloacas, agua potable, telefonía soterrada ni gas, se evitaría compartir espacio o diseñar trazas no acordes a los necesarios baricentros de cargas. Otra inmensa ventaja son los bajos costos de mantenimiento y la menor ocurrencia de eventos que interrumpan el suministro al no tener inconvenientes ni con vientos, ramas o árboles caídos, o cruces de calles con vanos muy bajos que ante transportes de mediano o gran porte arrastren las redes, y en caso de que las protecciones fallen y queden energizadas, no ocurra algún accidente fatal a personas o animales. Y ni que hablar en caso de algún evento en un transformador sobre una plataforma no conlleve perdida de aceite ¿bifenilo policlorado? y este se filtre por la arena hasta la napa. Para una economía netamente turística como la nuestra, que un visitante venga a disfrutar de nuestra exuberante naturaleza y se encuentre con semejante contaminación visual nos resta un poco bastante.

Sería muy bueno que empecemos a plantearnos estas, entre otras alternativas posibles, que puedan mejorar nuestra calidad de vida y tener un servicio más confiable y predecible. Como geselinos nos lo merecemos.»

1 visualización0 comentarios
bottom of page