Hoy, jueves 31 de diciembre de 2020, como versa el dicho «con el diario del lunes», podemos verificar sin lugar a equívocos que una vez más nuestra amada Mar de las Pampas ha podido sortear una nueva crisis. Recorriendo nuestras imbricadas calles se puede observar un alto nivel de ocupación en casas, condominios y aparts hoteles. Nuestro centro comercial en plena actividad. Afortunadamente podemos ahora afirmar que ¡Sí, tenemos temporada! Que tantos años de esfuerzos ininterrumpidos de parte de nuestra comunidad siguen seduciendo a nuestros huéspedes, los que ratifican con su presencia una vez más que hemos hecho las cosas bien. Que tanto respeto por nuestra identidad, tanto cuidado por respetar el medio ambiente y los principios básicos de poder poco a poco validar nuestro anhelado galardón de ciudad Slow, son los que se valoran al momento de elegirnos para reparar nuestros cuerpos y almas luego de este doloroso año.
Afortunadamente una crisis más está siendo superada con éxito; luego de tantos meses de agónica calma se reanudó con alegría el bullicio clásico de una nueva temporada. Con algunos aspectos quizás muy positivos, se evidencia una clara intención de vivir de manera casi permanente de parte de algunas familias que incluso ya lo están haciendo desde hace algunos años.
Tal vez una nueva etapa se inicie y Mar de las Pampas pueda soñar con ser el lugar que muchos elegimos para vivir, cuidar, soñar y disfrutar con la certeza de lograr «nuestro lugar en el mundo». Y de aquella loca Utopía de Vázquez, Zelzman y Rico (*) y luego de tantos años mágicos, llegar a ser una comunidad sustentable soñada por algunos locos ¡y disfrutada por muchos!
Brindo por ello
Feliz año
(*)Fundadores de mar de las Pampas, héroes que no podemos olvidar